



En 2015, cuando publicó su novela Noviembre, que narra la masacre de los jesuitas de la UCA —perpetrada por el Ejército salvadoreño el 16 de noviembre de 1989—, tuvo que salir del país porque recibió amenazas de muerte.
Una sociedad, que se decía democrática, no toleró que un escritor se cuestionara sobre un hecho histórico.
Han transcurrido diez años desde entonces y Jorge Galán ha regresado a El Salvador con un nuevo libro bajo el brazo. Se trata de otra novela que recoge elementos de la realidad y retrata a una parte de nuestra sociedad.
El libro, titulado Los muchachos del Apocalipsis, aborda temas como el de la migración, la violencia y el aborto. La miseria humana. La falta de oportunidades. La no igualdad ante la ley. Pero, sobre todo, dice Jorge, «yo quería contar una historia del por qué nos marchamos de casa, el qué nos hace irnos permanentemente de un país como el nuestro».
Una parte de la novela aborda el tema de la violencia pandilleril: los barrios controlados por jóvenes violentos, dispuestos a matar por sobre todas las cosas.
No obstante, Jorge considera que la violencia es múltiple, que la de las pandillas únicamente encarnaba una de ellas. Y aunque actualmente parece que el fenómeno ha sido aniquilado, las raíces que lo generaban siguen intactas.
«Las condiciones sociales no han cambiado lo suficiente para pensar que más adelante el fenómeno (de las pandillas) pueda resurgir. Ese es un miedo que todos tenemos. Yo creo que es bastante posible», manifiesta.

Deseo que muchos se interesen y lean sus libros.