El 25 de agosto del año 2020, Índole Editores anunció la publicación de El Diván: un Psicoanalista en El Salvador, libro del salvadoreño Eric Moza, el cual está basado en el psicoanálisis, fundado por Sigmund Freud a finales del Siglo 19. En El Salvador, este enfoque teórico se conoce por medio de los programas de estudio del Ministerio de Instrucción Pública desde el año 1933, en el periodo presidencial del general Maximiliano Hernández Martínez. Según el psicólogo e investigador salvadoreño Nelson Portillo, es hasta el año 2020 cuando se le conoce a través de un libro.
I
¿Cuándo comenzó a estudiar el Psicoanálisis?
En 2005 comencé a estudiar psicología y paralelamente estudié psicoanálisis de forma online, aunque empecé a leer a Freud desde que tenía 14 años. Cuando me gradué de la carrera de Psicología, unos meses después obtuve mi credencial como Psicoanalista. También estuve estudiando en Buenos Aires, Argentina, por seis meses de forma presencial. Con el grupo de formadores de psicoanálisis y exestudiantes creamos un grupo de colegas profesionales que discutimos, debatimos, estudiamos y revisamos los casos de estudio que atendemos en nuestras clínicas. Ser psicoanalista es ser un estudiante eterno.
¿Qué es el Psicoanálisis?
Es la ciencia que estudia el psiquismo humano. En su primera tópica estudia el inconsciente, el preconsciente y la consciencia. En su segunda tópica el Ello, el Yo y el Superyó. Es decir, en la memoria del ser humano existe otra memoria que se llama inconsciente. Creemos que todo tiene que ver con la conciencia y no es así. La mayor parte de nuestros sueños, gustos y decisiones están en la inconsciencia. El científico Sigmund Freud, que en los años 1900 publica La interpretación de los sueños, texto fundamental del psicoanálisis, argumenta la existencia de una estructura psíquica que puede explicar toda la vida psíquica de una persona. En El Salvador, el psicoanálisis se aplica desde un espacio personal donde las personas tienen la oportunidad de preguntarse, de escucharse y de ser escuchadas. ¿Para qué? Para conocerse a sí mismos y transformarse. Es un espacio donde las personas pueden traer sus angustias y nadie los va a juzgar. Las únicas culpas que existen son las que el analizante trae desde su infancia. Pero paso a paso te vas liberando y viendo tu realidad en 3D. Así me gusta dar a conocer esta técnica psicológica freudiana más allá de los conceptos técnicos y dogmáticos.
¿Qué es el inconsciente?
En nuestra sociedad se ha popularizado este concepto. Las personas tienen una noción cuando dicen «este es inconsciente». ¿A qué se refiere? La mayor parte de nuestros pensamientos conscientes nos engañan totalmente. Hay una memoria que nosotros tenemos aparte; ahí se aloja todo, en lo más profundo de nuestro ser, y no podemos acceder por nuestros medios, sino que hay manifestaciones con las cuales el psicoanalista puede pescar la inconsciencia del paciente. Estas manifestaciones son los sueños, los actos fallidos, los chistes, la neurosis. Freud llega a decir que todos somos neuróticos. La inconsciencia es aquello que sabemos, pero no sabemos. Es aquello que dirige nuestros actos sin saber de dónde provienen. Es la memoria donde se guarda todo lo que ha sucedido en nuestra infancia. Es bien determinante cómo vas a tratar a un niño en los primeros años de vida. Entre los cero y los seis años es cuando se juega nuestra personalidad; Freud, por ejemplo, habló de sus casos clínicos, entre ellos el caso de Juanito, un niño con neurosis, y el del Hombre de las Ratas. Ambos casos tienen que ver cómo sus padres gestionaron su niñez. En la infancia están las bases de lo que hoy somos.
¿Cómo aplica el psicoanálisis en sus pacientes?
Lo hago a través de la escucha. La gente necesita que la escuchen en el país. El psicoanalista se preocupa por el inconsciente. Es decir: tu inconsciente instrumental se comunica con mi inconsciente instrumental y lo que tú me estás contando, esa experiencia que viviste a los siete años, ahora que tienes 30, vengo yo y a través de la escucha focalizada te puedo diagramar lo que sentiste en ese momento, pero ya no te recuerdas. Entonces, yo presento la posibilidad de un espacio para que la gente hable y pueda asociar libremente sus ideas, interpretar lo que dicen y ayudarles a reflexionar sobre temas que daban por sentados… También lo hago a través de espacios abiertos al público que se llaman «Charlas de Diván». El objetivo es que el psicoanálisis sea accesible para todas las personas, especialmente aquellos que provienen de la clase obrera y no pueden sostener un proceso psicoanalítico privado. A través de las charlas se presenta un recurso de sanación de la gente.
¿El inconsciente elige a la novia y al amigo?
Decía Juan David Nasio que en cuestiones del amor solo elegimos lo inevitable. Cuando nosotros nos encontramos con una pareja, nos reencontramos con el pasado; o sea, es un encuentro y reencuentro. Es decir, el otro refleja un espejo de tu imagen. Cuando tú eliges a una pareja esa elección es inconsciente. Tiene que ver con las miradas de cariño o de rechazo que viviste cuando eras niño. Por eso es común encontrar a personas que dicen «¿Por qué siempre elijo a este tipo de personas que me terminan humillando?». Al final lo que dice el psicoanálisis es que esa persona fue humillada en su niñez y en la vida adulta lo repite a través de un mecanismo primitivo de defensa que se llama «Negación» … También tiene que ver el inconsciente en el momento de elegir y rechazar a una persona. Por ejemplo, habrá hombres y mujeres que en su niñez fueron maltratados y conocen de pronto a una buena mujer u hombre, pero como es bueno, no les gusta. Lo van a rechazar hasta que encuentren la persona que tenga el aroma que tenía la infancia y preadolescencia que vivió.
¿Consideras que Facebook refleja el inconsciente de una persona?
Sí. Las redes sociales han creado un ambiente en donde el inconsciente se expresa, porque al inconsciente se le conoce por la palabra del sujeto. La red social Facebook tiene videos, mensajes escritos y fotografías que son suficientes para que el psicoanalista capture la inconsciencia de alguien. A eso se le llama «Inconsciente Colectivo Digitalizado».
¿El concepto «Inconsciente Colectivo Digitalizado» es trabajado en qué país?
En Argentina se está hablando mucho del «Inconsciente Colectivo Digitalizado». En este contexto de la pandemia por el Covid-19 creo que las redes sociales nos salvaron, porque fueron un puente importante entre el confinamiento y el exterior. Hoy más que nunca la tecnología nos vino a salvar un poco de la angustia.
¿Existe el amor en las redes sociales?
El amor está en las personas. Las redes sociales se han convertido en herramientas para contactar con otras personas y tener relaciones amorosas o sexuales. Antes las cosas eran diferentes: conocías a una chica o a un chico en el colegio, haciendo deportes, en una discoteca, pero ahora hay poco tiempo para eso y mejor vas a las redes sociales. Ahora por medio de una foto o un video tiras el estímulo y alguien lo pesca por medio de un like o un comentario. El amor existe en lo sujetos y lo podés encontrar en las redes sociales… incluso, en Argentina se llegó a recomendar el sexo cibernético durante la pandemia. Muchas parejas que no se podían encontrar presencialmente lo hicieron en redes y es comprensible, ya que el confinamiento llevó a esta situación. El inconsciente traspasa la pantalla, el inconsciente nos domina, estamos sujetados al pasado.
II
¿El psicoanálisis puede ser una herramienta de Libertad o de Dominación?
La BBC de Londres realizó en el 2002 un documental que llamó El siglo del Yo, en el cual describe a Edward Bernays, sobrino de Sigmund Freud, como un personaje que vendió la teoría del psicoanálisis al gobierno estadounidense. También se habla que Joseph Goebbels, ministro de Propaganda de Hitler, se interesó por el psicoanálisis. Por otro lado, el periodista Gerardo Lissardy escribe un artículo sobre el libro del filósofo francés Michel Onfray, quien considera que Sigmund Freud admiraba a Benito Moussolini y lo nombra «héroe de la cultura». Asimismo, el psicoanalista Eric Fromm publica en 1940 el libro El miedo a la Libertad, refiriéndose desde la Psicología Social a las formas de dominación de los sistemas socioeconómicos desde la Iglesia Católica hasta el nazismo. En América Latina, por ejemplo, antropólogos como el estadounidense Oscar Lewis discute parte de su trabajo investigativo realizado en su libro Antropología de la Pobreza: Cinco Familias con la Asociación Psicoanalítica Mexicana. Luego tenemos trabajos de psicoanalistas argentinos como Lia Ricón, con el caso de las dictaduras y la persecución estatal; la antropóloga Rita Segato analiza las estructuras sociales del machismo; Leonardo Boff y Rose Marie Muraro hacen referencia al psicoanálisis para investigar la identidad de las clases dominantes y de las clases populares en Latinoamérica.
Freud lo dijo: «El Psicoanálisis es un método de liberación». Pero esa frase ya se había mencionado 2000 años antes de otra manera: «La verdad nos hará libres». Toda información sirve para una cosa o para otra… Bernays le mandó a su tío Freud una caja de puros cubanos y Freud que no prestaba ganas a eso le regaló el escrito Introducción al Psicoanálisis. El sobrino vio la oportunidad de hacer dinero. Todo depende de cómo utilices el conocimiento.
¿Debe un psicólogo predicar la fe en su proceso terapéutico?
Yo soy muy respetuoso de la fe del paciente. Considero que cualquier método es importante si sana. Por ejemplo, si alguien asiste donde un chaman porque cree que lo sana, eso se respeta. Creo que un psicólogo que ha estudiado el psicoanálisis se debe mover de los escenarios dogmáticos, porque debe de tener fe en él y en su paciente. Pero no debe de incluir a una deidad que va a sanar al paciente. Si tú me preguntas si tengo fe que mi paciente se va a sanar o si tengo fe en lo que dijo Freud, te contesto que sí. Un psicoanalista es una pantalla en blanco, en donde un paciente puede llegar a proyectar lo que él quiera con nosotros. Puede ser un paciente de la comunidad de LGBTI, un creyente o un ateo. El psicoanalista respeta al ser humano y su vida.
Desde el Psicoanálisis ¿qué opinión tiene sobre la atención de salud mental en el sistema público El Salvador?
Es deficiente e inexistente. Se necesita un espacio para eso. Después de la cuarentena por la pandemia del Covid-19 se necesita de un psicólogo. La gente necesita hablar con alguien, debería de haber psicólogos por todos lados atendiendo en las unidades de salud, en las zonas marginales, en los cantones. La pandemia ha agravado los problemas psíquicos y creo que es por los contextos históricos que hemos vivido en El Salvador. Somos un país hecho de ausencias que nace a partir de la confluencia de gente que ha perdido su tierra, su idioma, su familia, que huyó de la guerra, del hambre… donde no hay trabajo y hay que migrar a las grandes ciudades. Entonces, ya sea por la migración interna o externa estamos construidos por gente que ha tenido una cercanía muy grande con la pérdida y la angustia, y cuando alguien ha tenido eso es inevitable que se acerque al dolor y se pregunte por el dolor. Ahora las angustias cambiaron los TOC (trastorno obsesivo compulsivo). Se impulsaron al extremo y otros vencieron como los que tienen fobias sociales. Somos un país psicótico precisamente por la grieta de la perdida… El profesional de la salud debe de dejar un poco el escritorio, tiene que salir a la calle, bajarle al costo de su consulta, sobre todo en este tiempo en donde se necesita estar cerca de los que sufren y en algunos casos atender ciertos pacientes a honores.
El Psicoanálisis de Freud estudiaba el inconsciente del paciente, en este sentido ¿consideras que el concepto inconsciente colectivo fue un aporte intencionado por el padre del psicoanálisis?
El término «inconsciente colectivo» apareció por primera vez en el ensayo de Jung de 1916 La estructura de lo inconsciente. Este ensayo distingue entre el inconsciente personal freudiano, compuesto de fantasías sexuales e imágenes reprimidas, y del inconsciente colectivo, que abarca el alma de la humanidad en general. Freud, en su escrito Psicología de las masas habla sobre identificación de síntomas que dan lugar a una supuesta histeria colectiva.
¿Cómo describe usted la conducta salvadoreña? Por ejemplo, Humberto Velásquez, en su libro La cultura del Diablo llamó a los comportamientos conductuales de la vida cotidiana de los salvadoreños y latinoamericanos como «el machismo, atenimiento e improvisación».
Nosotros como salvadoreños necesitamos de otro que nos diga cómo actuar. Somos una sociedad perversa polimorfa infantil. Necesitamos que nos digan qué hacer; de adultos nos gustan que nos laceren la psiquis, repetimos la historia una y otra vez. Somos personas enojadas, frustradas y la frustración te lleva a la agresión. Hemos crecido en las pérdidas. Nos han arrebatado los sueños. Somos narcisistas. Hoy solo nos interesa construir muros en donde vemos al vecino como un enemigo a quien hay que derribar. Hay ciertos sectores de la sociedad que están privados de un trabajo digno, de un techo, de alimentación y eso causa dolor. Por ejemplo, en este contexto de pandemia fueron mal vistas las personas que estornudaban incluso manteniendo su mascarilla. Fue duro ver que al personal médico de los hospitales no los dejaban subir al transporte colectivo, no los dejaban entrar a sus casas. Somos una sociedad que históricamente está acostumbrada a la acción destructiva, a la pulsión del tanatos. Pero también hay un buen número de personas que han sobresalido en el deporte, en el intelecto, en la educación, en el arte, en la cultura, emprendedores nuevos. Esa gente tiene el poder de cambiar el rumbo y construir una sociedad que esté del lado de la pulsión de vida.
¿Debe un psicólogo sumarse a la medicación que hace el psiquiatra al paciente?
El psicoanalista está preparado y educado para ser un digno interlocutor entre el psiquiatra y el paciente, para establecer una relación entre el fármaco y el paciente El fármaco no cura, solo equilibra. Hay casos en donde el fármaco es necesario, por ejemplo, en los casos psicóticos el paciente necesita el psicofármaco. Hay casos en el que el medicamento debe ser expulsado, porque el paciente no resiste la realidad de la vida. Por ejemplo, la tristeza y los errores. Por eso se médica. Allí es donde el psicólogo y el psicoanalista tienen que tratar estos problemas que siempre tienen una raíz muy profunda. Creo que en casos de psicosis es necesario la interdisciplina no solo del psiquiatra. Tampoco creo en un pleito que tienen algunos profesionales, pleito antiguo, ridículo y estúpido entre el psicólogo y el psiquiatra. A veces se necesita el acompañamiento de dos o tres instancias. Lo prioridad más allá de las disciplinas científicas es el bienestar y la vida de los pacientes…
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