En su décimo tercera sesión ordinaria celebrada el 12 de agosto de 2021, la alcaldía de Nuevo Cuscatlán, cuyo control mayoritario está en manos de Nuevas Ideas, confirmó lo que ya había decidido uno meses antes: comprar en 510 mil 490 dólares un terreno al empresario Rogelio Antonio Cervantes Aguirre, socio y amigo del secretario general del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), Óscar Samuel Ortiz Ascencio.
La propiedad, de 600 metros cuadrados, está ubicada en el casco urbano del municipio y sobre ella la alcaldía ya inició la construcción del que será su nuevo edificio municipal.
La compra la avalaron con sus votos el alcalde José Manuel Dueñas Villacorta; el síndico, José Roberto Morales Ramos; los regidores Juan Carlos Figueroa Chávez, Nery Gerardo Monge Valdez y Luis Enrique Merlos Aparicio. Se abstuvo Ever Manuel Escobar Mártir, de Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), según el acuerdo número uno del acta número trece de la sesión ordinaria.
Estas son algunas de las irregularidades detectadas hasta el momento: es inexistente el valúo de la propiedad que debió haberlo realizado la Dirección General del Presupuesto, del Ministerio de Hacienda, como lo establece el artículo 139 del Código Municipal y como también lo manda el Código Civil.
Además, Cervantes Aguirre es el vendedor del terreno y también el prestamista: la alcaldía acudió a la misma persona para comprar la propiedad como para obtener fondos, en vez de ir a los bancos o similares que son los avalados por el sistema financiero para financiamientos de ese tipo. La alcaldía se comprometió a realizar los pagos de la siguiente forma: prima de 92 mil 500 dólares más 3 mil 308 dólares mensuales durante diez años a 7 por ciento de tasa de interés. A lo anterior deberán agregar la cancelación de 21 mil dólares que ya deben por el arrendamiento de los últimos seis meses.
Otra irregularidad es el incremento desmesurado de la plusvalía: el 15 de marzo de 2016, Cervantes Aguirre compró el terreno de 600 metros cuadrados por 146 mil dólares; para agosto de 2021, vendió esa misma propiedad por 364 mil 490 dólares más.
El precio del terreno ha cambiado de la siguiente forma en los últimos cuarenta años: en 1974 costaba 2 mil 300 colones o 262 dólares; en 2016, 146 mil dólares; en 2021, 510 mil dólares, como puede verificarse en la matrícula 30131492-00000 del registro de la propiedad en el Centro Nacional de Registros (CNR).
Es cierto que en los últimos diez años las propiedades se encarecieron en Nuevo Cuscatlán, pero no a ese nivel. En el centro del municipio los terrenos, de entre 400 a 600 metros cuadrados, cuestan menos de 80 mil dólares.
«Este señor, Rogelio Cervantes, ¿en calidad de qué está prestando? Como municipalidad debió ir a una financiera, no puede ir a un usurero», comentó Graciela Ayala, de la Fundación para el Desarrollo (FUNDE). «Qué galán que el que me va a prestar es el mismo que está poniendo el terreno», criticó.
Wilson Sandoval, de FUNDE, señaló que las irregularidades detectadas podrían lindar en infracciones penales porque ese contrato, aparentemente lesivo, puede producir pérdidas pecuniarias a la alcaldía. «Puede ser que haya una influencia indebida para darle la compra y la adquisición del crédito», expresó.
Eduardo Escobar, de Acción Ciudadana, explicó que el concejo debió haber aplicado la Ley de Adquisiciones y Contrataciones de la Administración Pública (LACAP) tanto si era compra directa o si fue por concurso público y, además, justificar la urgencia si es que eso lo obligó a realizar ese procedimiento de forma rápida.
La mañana del martes 16 de noviembre se buscó al alcalde José Manuel Dueñas, del partido Nuevas Ideas, en su oficina ubicada en la biblioteca municipal. Su asistente dijo que el funcionario no podía atender porque recientemente había fallecido un familiar. Pidió los contactos para comunicarse con Revista Elementos y aseguró que respondería en el transcurso de la semana. Al cierre de esta nota no hubo respuesta.
Lo mismo sucedió en el caso de Rogelio Cervantes. Ese mismo día se le buscó en su oficina del hotel Beverly Hills. Una recepcionista aseguró que el empresario no se encontraba. Facilitó un correo electrónico al que se le escribió con los detalles de esta publicación. Pero tampoco hubo respuesta.
Rogelio Cervantes tiene 60 años. Es un empresario hotelero, nacido en Texistepeque, Santa Ana. Vive en Antiguo Cuscatlán desde inicios de los años ochenta. Comenzó a militar en el FMLN en el año 2000.
En el 2003 fue candidato a la alcaldía de Antiguo Cuscatlán, un municipio de La Libertad donde la mayoría de los residentes son de clase media.
En una entrevista con diario Co Latino, publicada el 23 de enero del 2003, aseguró que de niño vivió en condiciones de miseria y le ayudó a su padre en trabajos de agricultura y ganadería. Siendo un adolescente —relató— tuvo que trabajar como distribuidor de zapatos en todo el país; y aunque al inicio no le fue tan bien, en una ocasión logró vender 120 pares de zapatos. «Allí empezó mi éxito», expresó.
Cervantes también aseguró —en esa misma entrevista— que estudió administración de empresas en la Universidad de El Salvador y que luego viajó a Nueva York, Estados Unidos, para estudiar economía y negocios. Después recibió cursos sobre hostelería y compró el Holiday Inn en Antiguo Cuscatlán. Además, fundó la casa de encomiendas Urgente Express en El Salvador y Estados Unidos. Cervantes le dijo a la periodista Patricia Meza que por ese tiempo su vida estaba dedicada a los negocios, pues no creía en la política. Pero las cosas cambiaron en 1997, cuando votó por el FMLN y terminó convencido que era «el partido de la esperanza».
El 4 de diciembre del 2002, Rogelio Cervantes fue presentado, por el entonces diputado Salvador Sánchez Cerén, como el candidato a alcalde de Antiguo Cuscatlán del FMLN. Su candidatura fue lanzada en alianza con los partidos Centro Democrático Unido (CDU) y Acción Popular (AP). También fue respaldado por la Iniciativa Ciudadana y la Intergremial de la Pequeña Empresa Salvadoreña.
En la presentación de su candidatura, Cervantes le dijo a un periodista de El Diario de Hoy que si ganaba las elecciones cerraría los casinos y reduciría las tasas municipales.
En ese tiempo, El Diario de Hoy había revelado que varios casinos que operaban en El Salvador eran propiedad del coronel Leonidas Torres Arias, exjefe de inteligencia del Ejército de Honduras, quien, según la investigación periodística, el congreso de los Estados Unidos lo vinculaba al narcotráfico internacional, a mafiosos alemanes y a terroristas corsos.
En Antiguo Cuscatlán operaban los casinos Colonial y Hotel & Casino Siesta. Cervantes le manifestó al reportero de El Diario de Hoy que los casinos no debían verse como los principales generadores de impuestos. «Hay otras formas de generar impuestos. Este municipio se ha convertido en una Zona Rosa Premier. Tengo amigos en Estados Unidos interesados en invertir», comentó.
Cervantes era presentado en el FMLN como un político nuevo que simpatiza con distintos sectores empresariales, pero también con las comunidades pobres de Antiguo Cuscatlán. «Creo que a través del desarrollo empresarial junto al componente social se pueden mejorar las sociedades y ofrecer a los habitantes una mejor calidad de vida», manifestó.
En la entrevista con diario Co Latino, detalló que su candidatura había surgido a propuesta de un grupo de empresarios y amigos que estaban satisfechos con su labor comunal. «Pasé tres meses en consulta para decidirme a aceptar la gran responsabilidad de optar por la alcaldía».
Cervantes criticó en distintas ocasiones a la alcaldesa Milagro Navas, quien llevaba 15 años gobernando Antiguo Cuscatlán, porque, a su criterio, se había olvidado de las comunidades pobres del municipio. Su propuesta, para este sector poblacional, era capacitar a las mujeres en talleres de costura y a los hombres en carpintería. Para los jóvenes ofrecía escuelas de inglés y computación.
Durante la campaña aseguró que su gestión se iba a caracterizar por la transparencia. «Si hay robos se denunciarán, porque uno busca servir a la gente, no servirse de ellos».
Aseguró que sus modelos políticos eran los presidentes Hugo Chávez e Ignacio Lula Da Silva, pues ambos representaban una opción democrática y abierta. «Yo nací en la pobreza y ahora pienso que no solo se debe acumular, sino que se debe dar y compartir», le dijo a la periodista Patricia Meza.
Al final, Cervantes perdió la elección.
Un año después, cuando las disputas entre renovadores y ortodoxos volvieron a caldearse en el FMLN, el empresario tomó partido y conspiró al lado del líder de los renovadores.
Conspiraciones con Óscar Ortiz
La historia del partido FMLN es una historia de purgas y divisiones. Desde su fundación política, en 1992, hubo varias rupturas. En el año 2003, cuando el partido realizó elecciones internas para elegir al candidato presidencial para las elecciones del 2004, Óscar Ortiz lanzó su candidatura y compitió contra Schafik Handal. Pero perdió. El candidato presidencial fue Handal, quien fue derrotado por Elías Antonio Saca por más de medio millón de votos. Esa debacle electoral activó los pleitos internos en el partido de izquierda.
Entre los renovadores estaban Hugo Martínez, Ileana Rogel, René Canjura, Rogelio Cervantes y otros. El líder era Óscar Ortiz. Los ortodoxos eran encabezados por Schafik Handal y Salvador Sánchez Cerén.
En mayo del 2004, los renovadores comenzaron a conspirar para destruir el poderío de Handal en el FMLN. Se reunían en dos lugares: en una casa particular ubicada en el pasaje Mar de Plata, en la colonia Buenos Aires de San Salvador y en una sala del hotel Holiday Inn, propiedad de Cervantes.
Ortiz y Cervantes eran viejos amigos. Ambos coincidían en que el FMLN debía evolucionar, dejar la polarización y el dogmatismo. Cuando Elías Antonio Saca tomó posesión como presidente de El Salvador, Cervantes acudió a la ceremonia acompañado del alcalde de Nejapa, René Canjura.
Finalmente, Cervantes se retiró del FMLN.
En el año 2009 apareció entre los integrantes del movimiento «Amigos de Mauricio». Cuando Funes ganó la elección presidencial, su nombre sonó como posible ministro de Turismo. Sin embargo, no fue elegido en ese cargo.
En abril del 2016, el periódico El Faro reveló que Rogelio Cervantes, Óscar Ortiz y José Adán Salazar eran socios fundadores de Desarrollos Montecristo desde el año 2000. La empresa se dedicó, durante varios años, a la compra y venta de terrenos en la isla Montecristo, ubicada en las cercanías de la bahía de Jiquilisco, Usulután. El reportaje generó un escándalo, pues en ese entonces Ortiz era vicepresidente de El Salvador y Adán Salazar, alias Chepe Diablo, había sido designado capo internacional de la droga por los Estados Unidos.
En abril del 2017, la Fiscalía General de la República (FGR) acusó a Chepe Diablo por el delito de lavado de dinero. En el expediente estableció que Desarrollos Montecristo era una «sociedad de papel», es decir, únicamente servía para lavar dinero procedente de ilícitos.
En mayo del presente año, Chepe Diablo fue exonerado de cargos por la Cámara Segunda de lo Penal de San Salvador. La Fiscalía no presentó ninguna apelación.
El 6 de abril del 2016, en una entrevista con Ernesto López, Oscar Ortiz dijo «mi relación más fue con Cervantes con el cual sigo siendo muy amigo, no con la otra persona (Chepe Diablo)». A la fecha, la Sociedad Desarrollos Montecristo aún aparece activa en el CNR.
Muy buena investigación