CAPÍTULO III: SEGUNDA PARTE
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El timbre sonó como el preludio de los altavoces en los aeropuertos. Quienes esa mañana estábamos en la redacción lo vimos entrar en silencio: alto, con lentes de marco grueso, vestido de saco y corbata, el pelo negro suelto y los ojos pegados al teléfono como evitando encontrarse con alguien.
Era Ernesto Sanabria.
Entró a la sala de reuniones y después lo siguió el entonces editor del diario a quien las eternas ausencias del director, Lafitte Fernández Rojas —fallecido el 6 de agosto de 2021— le habían provisto el relativo poder de maniobrar editorialmente en Diario 1, el periódico digital para el que entonces trabajábamos.
Indignados, pero también expectantes, esperamos.
Quizá había transcurrido media hora cuando Sanabria, que en aquellos días comenzaba a cincelarse la turbia reputación que ahora le antecede, salió de la sala y se largó.
Por la tarde, el editor nos comunicó el resultado de ese encuentro: había censura absoluta para publicar cualquier artículo, por insignificante que fuera, para evitar que el entonces alcalde Nayib Bukele pudiera interpretarlo como un ataque, crítica o cuestionamiento a su gestión en San Salvador.
Un día antes, el 12 de enero de 2016, habíamos publicado un pequeño texto titulado Alcaldía gastó 730 mil dólares en 23 días de publicidad en el que mostramos cómo Nayib despilfarró dinero público para publicitar la primera etapa de Una Obra por Día, una de sus promesas de campaña y uno de los programas sobre el que todavía hay muchas preguntas por hacer.
Desde el primero hasta su último día como alcalde capitalino aprovechó cualquier oportunidad y todo el dinero disponible —sin importar quién fuera el afectado y sin miedo a las consecuencias administrativas, civiles o penales— para agigantar el posicionamiento de la marca que fundó con sus familiares de confianza, sus amigos de toda la vida y sus empleados más leales y zalameros: la ene de Nayib o de Nuevas Ideas sobre el cian.
Esta tarea, que inició formalmente en 2012, incluyó lo que desde siempre fue una de las grandes ambiciones de los Hermanos Bukele: fundar, con dinero público, su propio sistema de medios de comunicación.
En Nuevo Cuscatlán, Nayib ordenó abrir una pequeña radio cuyo alcance fue limitado. Esa experiencia le sirvió para proponer a los concejales de ARENA y FMLN en San Salvador crear sus propias plataformas de radio, prensa y televisión.
Se encontró, sin embargo, con el sensato desinterés de sus interlocutores. Era evidente que la alcaldía no tenía dinero para proyectos propagandísticos de ese tipo.
«Todo el mundo le dijo que era muy caro», detalló Angélica, quien además recordó que el alcalde propuso hablar con financistas privados que facilitaran precios preferenciales por el arrendamiento de edificios para la instalación del equipo y los empleados. También propuso, como último recurso, embargar las imprentas ubicadas en el Centro Histórico que adeudaban impuestos a la alcaldía.
Sin su propia prensa, los Hermanos Bukele se concentraron obsesivamente en la comunicación: convirtieron pequeños eventos, como el remozamiento de una calle o la instalación de un techo en una casa comunal, en desmesuradas puestas en escena o en exagerados spots para redes sociales y televisión, a costa de saquear los presupuestos programados en el Plan Operativo Anual (POA) de cada una de las unidades y departamentos de la alcaldía.
«Ellos querían show, show, show, sin plan, sin política, sin nada», recordó Karla María.
Tres de las fuentes consultadas coincidieron en que cuando a la Gerencia de Comunicación Social se le terminaba su presupuesto, Mario Durán o Xavier Zablah Bukele —que formalmente nunca desempeñó cargo alguno en la alcaldía, aunque era omnipresente como también lo había sido en Nuevo Cuscatlán— llamaban a otras unidades o departamentos para ordenar transferencias de dinero. Así, por ejemplo, procesos de participación social para la modificación de ordenanzas municipales quedaron engavetados porque el presupuesto que se les había asignado terminó en el montaje de eventos y posteriormente en ampulosos anuncios.
Ni los videos ni los eventos eran precisamente baratos. Veamos unos pocos casos.
En los reportes de facturas canceladas desde enero de 2015 hasta diciembre de 2018 encontramos seis facturas por 60,406.39 dólares pagadas a Grupo Boss Shop para la impresión de calendarios, calcomanías y otros alusivos a Una Obra por Día.
Una de las más caras es de 18,750 dólares, del 17 de noviembre de 2017, por la impresión de calendarios. Otra de 15,820 dólares por la fabricación de productos promocionales de Una Obra por Día, así como una de 12,028 dólares por impresión de calcomanías y productos similares.
También hay cinco facturas a nombre de Grupo Sague por un total de 64,886 dólares en concepto de alquiler de alfombras, equipo de sonido, montaje y desmontaje de eventos, entre otros.
El 2 de noviembre de 2015, Comunikart LEX cobró 12,836 dólares por el alquiler de sillas, una tarima con revestimiento de charol y mesas cocteleras para que Nayib y su hermano Yamil Bukele firmaran, con los representantes de la Liga de Fútbol Profesional de España, un acuerdo de cooperación con la alcaldía.
El 7 de octubre de 2015, Nayib lanzó el programa Casa de Valores que supuestamente iba a canalizar las ideas de los líderes religiosos para la recuperación del tejido social.
«He escuchado a muchas personas decir que nuestro país ya no se puede salvar, ya está mal, ya no tiene solución, pero yo invito a todos los que han visto el poder de Dios manifestarse que le digan a toda esa gente que no cree en Dios que sí puede sanar nuestro país», dijo en la inauguración del programa.
Únicamente el alquiler del salón, en el Hotel Sheraton Presidente, propiedad de la familia Safie, costó a los capitalinos 12,000 dólares.
El 21 de agosto de 2016, Nayib y su esposa Gabriela Roberta Rodríguez de Bukele inauguraron la Secretaría de la Mujer de San Salvador. Solo el alquiler de backing en perfilería de aluminio costó 8,497 dólares.
En los reportes de facturas canceladas por la alcaldía, desde enero de 2015 hasta diciembre de 2018, encontramos ocho a nombre de Mario Romeo Piche Guerrero: las más baratas por 878.8 dólares en concepto de «estrategia de comunicación del trabajo municipal». Otras tres en concepto de «servicios audiovisuales» por 20,000, 19,324 y 18,500 dólares.
A esas debemos sumar el contrato LP-36-AMSS-2016 por 158,900 dólares para servicios de producción audiovisual. En total ganó 250,819 dólares.
Piche Guerrero, exempleado de los Hermanos Bukele en la agencia de publicidad OBERMET y vocal en la Secretaría de Cultura de San Salvador, fue el cerebro de la producción de los spots publicitarios que después Nayib Bukele ocupó en su campaña presidencial.
El 30 de enero de 2019, Revista Factum publicó el artículo El dinero alcanza cuando los contratos son para los amigos de Nayib en el que son documentados doce contratos irregulares ganados por Piche Guerrero, contratos en los que hubo conflictos de interés en la adjudicación, falsificación de competidores, violaciones a la LACAP, coberturas de actividades ya realizadas, entre otros.
En la publicación puede leerse: «los materiales audiovisuales producidos por Piche para la alcaldía, pagados con fondos públicos, fueron usados para la campaña del candidato (Nayib Bukele)».
El 17 de enero de 2019, Audiovisuales de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) publicó el reportaje Perfil: candidato Nayib Bukele en el que Ernesto Muyshondt, que sustituyó a Bukele como alcalde capitalino, explicó que al llegar al cargo encontró unos 20,000, 000 de dólares en deudas a proveedores, pagos de servicios sobrefacturados y montajes de eventos encargados a una empresa de la familia de unos de los concejales.
Esa empresa fue Eventos Exclusivos, propiedad de Saúl Meléndez, suegro de Mario Durán, que entre 2015 y 2018 ganó unos 128,504 dólares por alquiler de sillas y mesas de honor, equipos de sonido, canopis, pantallas, alfombras para Nayib Bukele y otros que solían ser ocupados en las inauguraciones de Una Obra por Día, de acuerdo con las órdenes de compra, facturas canceladas y contratos de los que se obtuvo copia a través de la Ley de Acceso a la Información.
Por ejemplo: el 19 de agosto de 2016 Nayib brindó conferencia de prensa en la casa de su mamá en la Colonia Campestre y Eventos Exclusivos cobró 444.75 dólares por el alquiler del equipo de sonido. El 12 de octubre de ese mismo año la alcaldía inauguró el bacheo en la colonia Providencia y la empresa emitió otra factura al mismo precio. Ocurrió lo mismo en las urbanizaciones Lisboa y Madreselva al día siguiente.
Eventos Exclusivos multiplicó y multiplicó las facturas durante los tres años, siempre por el alquiler de las mismas cosas y por los mismos motivos, aunque en distintos lugares: Cementerio de San Salvador, comunidad Técnico Industrial, colonias Centroamérica y Flor Blanca, comunidades Peralta y Santa Marta, Mercado Cuscatlán, Urbanización La Floresta, Distrito Cinco, entre otros.
En todos los casos, además de los conflictos de interés, hubo algo más: la incesante e intensa promoción de la ene de Nuevas Ideas o de Nayib y el color cian como fondo.
«La campaña de Nuevas Ideas se pagó con dinero de la municipalidad», dijo hace tres años Muyshondt.
Estas, sin embargo, no fueron las únicas erogaciones sospechosas que Nayib y su séquito hicieron en San Salvador.
Hubo otras cuyas facturas ni siquiera fueron legalizadas en su momento.
El 20 de diciembre de 2017, la alcaldía de San Salvador publicó en su cuenta de Facebook: «¡GALLETAS! Repartimos en las Fuentes Beethoven. Esta tarde tenemos más». Junto al mensaje fueron adjuntadas cuatro fotografías en las que posan, entre otras personas, una mujer y un hombre disfrazados de duendes con otro hombre de baja estatura, flaco, vestido como Santa Claus.
El cian es el elemento común de todas las fotografías: en las aceras o en los postes que sostienen el tendido eléctrico, en las camisas y en los gorros de los jóvenes contratados por la administración de Nayib Bukele, y en la cobertura chocolatada de las 35,000 galletas regaladas a los conductores y a los peatones, entre el 18 y el 22 de diciembre, en distintos puntos del Área Metropolitana de San Salvador (AMSS).
Detrás de las felices imágenes navideñas, sin embargo, había algo irregular: en el memorando referencia S-0183-2018, fechado 26 de febrero de 2018 y enviado por el concejal Cecilio Vidal Sibrián a Jaime David Batres Amaya, entonces jefe del Departamento de Presupuesto municipal, puede leerse que los logos de la alcaldía con el lema Gobierno de San Salvador, incluidos en los empaques de las galletas, —impresos en tamaño 3X1 centímetros— además de costar 3,150 dólares, habían sido comprados «extemporáneamente» al proveedor Guillermo Hernán Magaña Estrada.
En el memorando referencia S-0304-2018, del 5 de abril de 2018, la entonces síndica Xochitl Marchelli Canales también devolvió sin legalizar esa factura al Departamento de Presupuesto.
Marchelli Canales y Sibrián también devolvieron otras facturas por gastos irregulares ordenados por el entonces alcalde Bukele.
El 13 de febrero de 2018, Vidal Sibrián devolvió las facturas 0167 y 000003 al Departamento de Presupuesto, según el memorando S-0172-2018.
La factura 0167, a nombre del proveedor HM Publicidad/Guillermo Hernán Magaña Estrada, en concepto de pago de 2,150 camisas de algodón cian por 10,427 dólares; la factura 000003 en concepto de 125 chalecos de tela y 500 camisas cian por 3,500 dólares para pagar a Abraham Daniel Pérez Mercedes.
Los chalecos y las camisas, según Sofía Medina, entonces jefa de la Gerencia de Comunicación Social de la alcaldía, eran para uniformar a los trabajadores de las empresas que estaban reconstruyendo el Centro Histórico. Pero Sibrián recordó que era una «erogación innecesaria» porque ellos ya estaban uniformados.
Esa «erogación innecesaria» costó 13,927.5 dólares a los capitalinos.
Como prueba de la supuesta entrega a los trabajadores de las 2,650 camisas cian y de los 500 chalecos, Medina presentó 21 fotografías pegadas en once páginas blancas. Dijo que no tenía los listados de las personas a quienes se las entregó «debido a que han sido regaladas».
Medina solicitó las camisas y los chalecos. Jorge Miguel Kattán Readi y Mario Durán aprobaron la compra y la adjudicación a los proveedores.
El 5 de abril del mismo año, Sibrián devolvió sin legalizar al Departamento las facturas 0172, 0418 y 0425.
La factura 0172, por 1,500 dólares, en concepto de 300 camisas de algodón blancas con los estampados Gobierno de San Salvador para entregar en el proyecto Revitalización del Centro Histórico; la factura 0418 a nombre de German Antonio Núñez Campos por el pago de 50 chalecos cian por 500 dólares; factura 0425, por 4,000 dólares, por el pago de 1,000 camisas cian que fueron entregadas al Instituto Municipal de la Juventud y la Unidad de Reconstrucción del Tejido Social.
Fueron 6,000 dólares en total.
En el memorando referencia S-0182-2018, Sibrián reiteró que era una «erogación innecesaria» y volvió a pedir los listados de las personas que recibieron las camisas y los chalecos. Medina repitió que no los tenía porque fueron entregadas a personas «ajenas a la municipalidad», y en su lugar adjuntó unas 30 fotografías incluyendo tomas repetidas de los trabajadores del Centro Histórico.
«Mochilas, stickers, galletas, todo era su campaña. Eso se llama posicionar marca», afirmó Karla María.
6
El 10 de noviembre de 2015, en su sesión ordinaria, los concejales dieron el sí —a petición de la Unidad de Adquisiciones y Contrataciones Institucionales (UACI)— a la búsqueda de un socio para desarrollar junto a la alcaldía el Plan integral de modernización, diseño, construcción, reestructuración, readecuación, administración y operación del sistema de mercados municipales.
Los siguientes fueron algunos comentarios: el alcalde Bukele dijo que «le extrañaba» que ARENA temiera buscar socios en la empresa privada cuando el partido había sido siempre defensor de la iniciativa individual y agregó que la alcaldía por sí misma carecía de dinero para «solventar los problemas de mercados».
El regidor Edwin Patricio Núñez Alguera opinó que los empresarios podían «aportar» a la administración pública, mientras que su colega Edwin Zamora reiteró que había pedido consultar a las vendedoras de los mercados. Luego añadió: «se tiene que hacer de forma legal». Ana María Redaelli Argueta señaló que los comerciantes no estaban pidiendo mercados lujosos «sino seguridad».
En la sesión extraordinaria celebrada el 11 de noviembre de 2015, el concejo acordó autorizar a Bukele la firma del contrato de arrendamiento del inmueble ubicado sobre la 25 Avenida Sur y calle Gerardo Barrios para la instalación y funcionamiento del Bazar Cuscatlán, por un plazo de 25 años y un costo de 85 mil dólares mensuales más IVA e Impuesto a la Transferencia de Bienes Muebles. En total sumaba 96,050 dólares.
Votaron a favor del contrato Nayib Bukele y los concejales Xochitl Marchelli Canales, Fabio Castillo, Morena Castaneda Orantes, Jaime Hill Argüello, Cecilio Vidal Sibrián, Rodolfo Armando Pérez Valladares, Luis Héctor Morales García y Edwin Núñez Alguera. Se abstuvieron German Alejandro Muñoz, Edwin Zamora David, Mélida Luz Fonseca de Suadi, Ana María Redaelli Argueta y Gerardo Calderón Aguirre.
Calderón y Zamora se quejaron de que Nayib no había entregado con suficiente tiempo de anticipación los documentos del contrato para estudiarlos. Además, criticaron que tampoco existía un estudio del impacto en las finanzas públicas.
El alcalde les respondió que el edificio era «moderno y completo». También les recordó que después de 25 años, mediando el pago extra de 10,000 dólares, iba a convertirse en propiedad municipal, según el acta extraordinaria número 18.
Al día siguiente, Nayib Bukele y Desarrollo Universal, propiedad de Julio Alejandro Murra Saca, firmaron —ante los oficios notariales de Conan Tonathiu Castro Ramírez— el contrato de arrendamiento para un plazo de 300 meses al cabo de los cuales la alcaldía habrá pagado 28 millones 815 dólares.
Dos de las fuentes consultadas aseguraron que una parte de los concejales del FMLN actuaron con extrema buena fe porque votaron con la promesa de posteriormente recibir, de manos del alcalde, el valúo que respaldaba el costo del canon de arrendamiento y otra información similar.
Sin embargo, transcurrieron las semanas y no recibieron nada. A mediados de 2016 supieron que el Bazar Cuscatlán no había sido autorizado para funcionar como mercado debido a fallas en la estructura que detectó la Oficina de Planificación del Área Metropolitana de San Salvador (OPAMSS).
Algunos de los concejales efemelenistas intentaron desenredar el entuerto en el que voluntariamente cayeron, pero ya era demasiado tarde. Después Nayib los acusó de conspirar con ARENA para sabotear el proyecto del que la propaganda llamó el mercado más moderno de Centroamérica.
El 13 de febrero de 2020, la Cámara Sexta de Primera Instancia de la Corte de Cuentas confirmó diez reparos contra Bukele y los concejales del FMLN que votaron.
Entre los más importantes podemos mencionar el aparente pago en exceso de 12,395, 468 dólares por el arrendamiento, pues implica más de 43 por ciento de lo que en realidad es área útil; la negociación del precio mensual y el plazo sin un valúo de respaldo; remodelaciones y reconstrucciones en el edificio sin mediar los permisos de la OPAMSS; pagos por obras no ejecutadas; entre otros.
Estos son algunos funcionarios de la época condenados a reintegrar dinero a la alcaldía: Mario Durán, entonces director de Desarrollo Municipal, 15,961 dólares por su ineficiente administración del Bazar; Nayib Bukele, 232,167 dólares por su responsabilidad en los pagos excesivos a Murra Saca; Fernando López Larreynaga, 30,192 dólares por administración inadecuada de las cuentas del edificio; Álvaro O´Byrne y Xochitl Marchelli Canales, 671,461 dólares por avalar remodelaciones y reconstrucciones sin permiso de la OPAMSS, entre otros.
Marchelli Canales, de acuerdo con la resolución de la Cámara, estuvo obligada a explicar a Bukele cuáles eran los procedimientos básicos para el arrendamiento.
Estas, sin embargo, fueron unas pocas de las muchas irregularidades que la Corte de Cuentas halló en la administración Bukele en San Salvador.
En el informe Auditoría financiera a la municipalidad de San Salvador, departamento de San Salvador, en el periodo 1 de enero al 31 de diciembre de 2016, los auditores presentaron los siguientes hallazgos:
1: El 18 de marzo de 2016 la alcaldía recibió los desembolsos de dos préstamos, uno por 4 millones de dólares con el Banco de América Central y el otro por 2 millones de dólares con el Banco G&T Continental, para un periodo de tres años, pero durante 168 días ocultó a la Dirección General de Contabilidad Gubernamental del Ministerio de Hacienda (DGCG-MH) que tenía ese dinero.
2: Falta de documentación básica en los expedientes de los proyectos Construcción de casa comunal colonia Atlacatl, sector del Indio; y Reconstrucción de casa comunal, Urbanización Lomas de Versalles: la UACI y Álvaro Ernesto O´Byrne Cevallos «no conformaron los expedientes en forma ordenada con el conjunto de documentos necesarios con los actos que sustenten los procesos de adquisición y las acciones realizadas desde que se emite la orden de inicio hasta la recepción final».
Esto, según los auditores, devino en la obstaculización de la auditoría de las obras realizadas.
3: Los auditores compararon las obras físicas realizadas versus las contratadas y pagadas y concluyeron que las siguientes fueron obras fantasmas:
- Remodelación de casa comunal, comunidad San Luis III, D-2 por $430.87.
- Construcción de casa comunal Colonia Atlacatl, sector El Indio, D-1 por $513.22.
- Reconstrucción de casa comunal, Urbanización Lomas de Versalles, D-4 por $3,096.24.
El total es de 4 mil 040.33 dólares.
Las tres coincidieron con auditorías anteriores en las que fueron detectadas supuestos aumentos de obras y ocultación de información.
El 24 de agosto de 2018, O´Byrne respondió que era responsabilidad del supervisor de la obra verificar los avances y desvanecer los señalamientos.
En el contrato de la obra Reconstrucción de casa comunal Urbanización Lomas de Versalles, O´Byrne aseguró que pidió a la Gerencia Legal de la alcaldía iniciar el proceso legal para que MC Constructores reintegrara a la alcaldía 3,096.24 dólares en concepto de «obras que no se ejecutaron y que fueron pagadas», a la UACI iniciar el proceso sancionatorio contra MC por cobrar lo no realizado y contra TRITCO por autorizar pagos de obras no ejecutadas.
Esa respuesta, según los auditores, fue contradictoria porque el administrador, es decir O´Byrne Cevallos, dio «por recibidas a entera satisfacción» las obras.
O´Byrne volvió a responder a los auditores diciendo que es cierto que dio por recibidos los trabajos, pero que en el acta de recepción final del proyecto «no se definen volumen o cantidades de obra ejecutada recibidas» y reiteró que «se dejó establecido en el acta de recepción que la obra fue recibida a satisfacción sin hacer alusión a volúmenes de obra ejecutados».
Sobre la casa comunal Atlacatl, El Indio D-1, remitió nota en la que Constructora Consolidada de La Paz (CCP) se comprometió a reintegrar el dinero y que no lo había hecho «por problemas internos financieros».
Al final del documento los auditores concluyeron que los hallazgos no habían sido superados.
En el informe Examen especial al proceso de licitación, adjudicación y contratación de la concesión del servicio público de alumbrado en el municipio de San Salvador y atención a denuncia ciudadana DPC-119-2016, los auditores presentaron los siguientes hallazgos:
1: El Departamento de Control de Bienes de la alcaldía no tenía control administrativo de las entradas y salidas de las lámparas desinstaladas y entregadas por UDP Consorcio AGM Desarrollos como encargada del proyecto Concesión del servicio público de alumbrado en San Salvador.
Esto nuevamente era responsabilidad de la Gerencia de Desarrollo Urbano, a cargo de O´Byrne, que debió inventariar las luminarias desinstaladas y entregar el listado.
El proceso de sustitución había iniciado en diciembre de 2016 y fue hasta un año después, precisamente en el momento de la auditoría, que el Departamento aseguró que estaba iniciando con «carácter urgente» la recolección y reclasificación de las lámparas.
2: La alcaldía no había exigido a UDP Consorcio AGM Desarrollos el cumplimiento de las siguientes cláusulas del contrato: no existía inventarios para ajuste de la carga real consumida por las luminarias nuevas con base en información recabada junto a las compañías comercializadoras de energía; no había comunicado a los usuarios la programación del servicio de mantenimiento de las nuevas lámparas.
3: Era incorrecto el 2.00% como Índice de Precio al Consumidor (IPC) establecido en el anexo 1 del Contrato de Concesión del Servicio Público de Alumbrado en San Salvador, ya que ese porcentaje debía establecerlo el Banco Central de Reserva (BCR) en su debido momento.
El IPC debía ser calculado en base a los precios por los servicios por suministro, instalación, mantenimiento, expansión, modernización, reposición, operación y administración tomando en cuenta los efectos de la inflación.
Los auditores, sin embargo, detectaron que la alcaldía trató de hacer parecer más barato el contrato de lo que realmente es. «La municipalidad ha comprometido pagos a futuro» por unos 3,000, 000 de dólares, advirtieron.
Los hallazgos fueron enviados a Bukele para que los aclarara. Pero no respondió.
También señalaron que en la comisión evaluadora de ofertas (LPINT-01-2015) participó Jorge Miguel Kattán Readi, tío de Bukele, pero no lo incluyeron como irregularidad porque el parentesco está excluido de los impedimentos establecidos en el Código Municipal y en la LACAP.
O´Byrne fue uno de los funcionarios que más irregularidades arrastró en la alcaldía. En noviembre del año pasado fue nombrado director de la Dirección de Obras Municipales (DOM).
En el informe Examen especial a la municipalidad de San Salvador en concepto de tasas por servicios municipales por recolección y disposición de desechos sólidos, periodo 1 de mayo de 2018 a 31 de mayo de 2019, contiene los siguientes hallazgos:
1: Hasta el 31 de diciembre de 2018 la administración Bukele había acumulado 2,725, 612 de dólares de entre 11 a 14 facturas vencidas con MIDES. Durante la realización de la auditoría Bukele y los concejales pagaron 2,000, 000 de dólares adeudando 725,612 dólares.
2: MIDES suspendió el servicio en enero de 2019 y, hasta abril, los auditores supieron que otra empresa se había convertido en la proveedora del servicio de recolección y disposición de la basura en la capital. Pidieron más información, pero les fue negada.
3: Durante la auditoría la información básica les fue negada o entregada con retraso.
4: En ese periodo la alcaldía recibió 16,468, 648 de dólares en concepto de tasas por recolección de desechos sólidos. «Contó con la disponibilidad monetaria para cubrir los pagos reclamados por MIDES», concluyeron los auditores.
Bukele respondió que no había pagado porque «el 82%» de la factura la acumuló su antecesor Norman Quijano.
La Corte recibió la denuncia ciudadana referencia DPC-120-2017 sobre irregularidades en la contratación de servicios de capacitación de derecho administrativo y servicios jurídicos en el periodo 1 de mayo de 2015 al 30 de abril de 2018. Estos son algunos de los hallazgos:
1: Los auditores comprobaron que la alcaldía, bajo la libre gestión, contrató de 2016 a 2018 servicios denominados Asistencia, procuración y representación en conflictos de naturaleza penal y consultoría en materia laboral y contencioso administrativo, en los que el señor alcalde y concejo municipal tengan involucramiento como demandantes, demandados o víctimas sin exigir a los postulantes garantías de cumplimiento de contrato y de buen servicio, documentos certificados por notario y solvencias originales, referencias por escrito de clientes satisfechos, matrículas de comerciante individual y solvencias originales.
2: La alcaldía contrató y pagó servicios jurídicos externos por los cuales los abogados no presentaron evidencias de las visitas o gestiones realizadas y de las entrevistas, como tampoco de avances o resultados concretos de los casos que les fueron encomendados.
En los informes los auditores encontraron que los abogados Adolfo Rodrigo Cañas Alemán y Guadalupe Mayoral García únicamente respondían que los casos estaban archivados o prescritos, aseguraban que iban a programar entrevistas o que con el recibimiento del poder general judicial pretendían obtener algunos resultados.
Los auditores concluyeron: no existe evidencia de las gestiones que Cañas Alemán y García se supone realizaron en los casos asignados ni de los avances o resultados; los únicos que sí trabajaron fueron los abogados contratados a tiempo completo o parcial en la Gerencia Legal municipal; en marzo, mayo y junio de 2016 la alcaldía pagó completos sus honorarios a Cañas Alemán que ni siquiera se presentó a los tribunales como representante del alcalde; ninguno de los dos demostró haber hecho consultorías laborales y contencioso administrativas para el concejo, no obstante fueron seleccionados por su experiencia en esas ramas del derecho.
«No justificaron adecuadamente la necesidad de la contratación de estos servicios, por tres años consecutivos, en vista que algunos de los casos asignados a los profesionales contratados ya habían prescrito y otros se habían archivado por falta de pruebas», puede leerse en el informe.
El 18 de febrero de 2020, Revista Factum publicó que a mediados de 2016 Cañas Alemán se presentó en el Centro Nacional de Registros (CNR) como el representante de UDP Eyetech El Salvador-ETS México, una empresa de seguridad mexicana en la que Yaniv Zangilevitch, amigo personal de Nayib Bukele, es director.
UDP Eyetech El Salvador ganó en enero de 2020 un contrato de 85,000, 000 de dólares para proveer a la alcaldía capitalina cámaras de videovigilancia. La licitación inició cuando Bukele aún era alcalde y Cañas Alemán consultor de la alcaldía.
De acuerdo con el proceso de acceso a la información 341-UAIP-2018, Cañas Alemán trabajó de julio a diciembre para la alcaldía de San Salvador a un costo de 3,090 dólares mensuales; hallamos seis reportes de facturas a su nombre.
En total Mayoral García cobró 27,120 dólares —3,390 dólares mensuales— por «consultoría penal», «legal» y «asistencia legal» entre mayo de 2017 hasta enero de 2018. A principios de este año fue jueza interina de lo civil de Sonsonate. Desde el 24 de julio de 2020 se desempeña como ministra consejera en la embajada salvadoreña en España, según la lista del cuerpo diplomático publicado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de ese país.
7
A principios de 2017, en una reunión, el entonces alcalde Nayib Bukele confesó a los miembros del concejo de San Salvador que hacía algún tiempo atrás había sido diagnosticado con síndrome de Asperger. Luego, como a modo de disculpa, agregó:
— Pero se supera.
Tres exmiembros del concejo confirmaron ese momento. Una cuarta fuente, que nunca trabajó en la alcaldía pero que durante la campaña electoral de 2019 anduvo al lado de Karim, Yussef e Ibrajim Bukele, y a quien por razones de seguridad llamaremos Antonio, también supo que el ahora presidente padece ese trastorno del desarrollo.
Mélida Luz Fonseca de Suadi, entonces concejal por Alianza Republicana Nacionalista (ARENA), preguntó a Nayib qué rango de severidad sufre porque ella misma tiene un familiar con ese padecimiento.
Nayib, que ya se había armado de desconfianza, respondió con otra pregunta:
— ¿Para qué querés saber?
— Para ayudarte y tratarte como la persona que sos.
A finales de 2020, por interpósita persona, pedimos una entrevista a Fonseca de Suadi. Ella, vía telefónica, se negó a confirmar o desmentir ese diálogo alegando que tenía miedo de hablar porque su esposo es empresario y quería evitar convertirlo en víctima de persecución fiscal, como unos meses antes había ocurrido con las empresas de producción textil propiedad de una de las ramas de la familia Simán.
En ninguna de las actas de las sesiones del concejo, ordinarias o extraordinarias, quedó descrito este momento.
El síndrome de Asperger es una de las variantes del autismo y provoca obstáculos para el desarrollo de las habilidades sociales, la comunicación verbal y corporal, la adaptación a los cambios, inflexibilidad en las ideas y estrechamiento de los campos de interés, entre otros. Pero los pacientes suelen ser muy buenos memorizando cualquier cosa, sobresalientes en las ciencias exactas y aparentan felicidad y éxito en todas las actividades que emprenden.
La Confederación Asperger de España, en su página en línea, los describe así: «aman la alabanza, ganar y ser los primeros, pero el fracaso, la imperfección y la crítica les resulta difícil de sobrellevar».
«Por eso es el niño mimado de la familia, todo el mundo lo protege, lo cuida y trabaja para él. Esas lealtades son las que su grupo debe tener y demostrar», explicó un exprecandidato a alcalde que prefirió el anonimato por razones de seguridad.
«Por eso no es empático con la gente, por eso tuvieron que guardarlo en la campaña, por eso no iba a territorio, por eso en los mítines estaba cuidándolo su familia, su círculo de seguridad», dijo Antonio.
De su familia nuclear es Karim —el segundo hijo del matrimonio entre Armando y Olga de Bukele— quien desde siempre ha llevado la carga más pesada en la protección de su hermano mayor.
La sombra de Karim aparece una y otra vez, una y otra vez, desde que Nayib era candidato y después alcalde de Nuevo Cuscatlán. Pero en San Salvador su presencia de gran conspirador se consolidó hasta el punto de ser considerado el decisor final en la alcaldía y de liderar la ejecución de algunos proyectos como, por ejemplo, la remodelación del Centro Histórico. Ya en la Presidencia de la República su papel se ha magnificado hasta el punto de ser considerado el cerebro detrás de, por ejemplo, la suspensión de los pagos de los salarios de los empleados de la Asamblea Legislativa a finales de 2020 o las negociaciones diplomáticas con China.
«El único que puede tener influencia es su hermano Karim, que es más inteligente que el presidente, pero tiene un único defecto: le da carrete al presidente, lo entusiasma para una serie de cuestiones», detalló Fabio Castillo en una entrevista concedida a El Diario de Hoy el 30 de abril del 2020.
Karla María ejemplificó: en una reunión del concejo, a principios de 2016, Nayib había llegado anímica y físicamente mal y se notaba que estaba en uno de sus peores momentos como para sostener una discusión. Entonces pidió suspenderla durante unos minutos porque necesitaba «hacer unas consultas». Se levantó de la silla y salió. Unos diez minutos más tarde regresó lúcido, con el humor reverdecido y con tres ideas radicalmente distintas a las que había expuesto unos segundos antes. Los efemelenistas volvieron a verse extrañados.
Instantes después, Karla María observó que Nayib estaba chateando con su hermano Karim. Eso lo vio desde ese día hasta el último de la gestión municipal. Karim elaboraba las estrategias y hasta las formas de comunicarlas. Nayib obedecía.
«Karim le dice hasta la postura que debe tener. Es una relación enfermiza (…) pareciera que están enamorados uno del otro», expresó Karla María.
Antes del 30 de noviembre de 2015, los Hermanos Bukele debían obedecer «la rienda» que Armando Bukele Kattán les ponía. Recordemos: en las familias musulmanas el patriarca es omnipresente e incuestionable. Pero después de su fallecimiento todo cambió.
Nery Bonilla recordó que, en las discusiones con la Directiva Departamental del FMLN, Karim era «más serio» y muchos dirigentes acudían a él pidiendo intercesión cuando Nayib se encerraba en sus angustiantes crisis emocionales. Pero esa percepción cambió después de verlos ejercer la Presidencia de la República.
Muchas de esas crisis iniciaban cuando los concejales y la dirección del partido se negaban a sus «caprichos». Entonces Nayib se encerraba durante días, no respondía los mensajes y se negaba a hablar con otras personas.
«Si no se medica no funciona», dijo Bonilla. Luego detalló que en varias ocasiones le sugirieron buscar ayuda médica y él respondía que sí, que sí, pero nunca lo hizo. «No duerme por pasar pegado a los aparatos electrónicos esperando ver qué dicen de él», agregó.
En ese entonces sufría insomnio y, después, venían las crisis nerviosas y las neurosis.
Este es uno de los tantos ejemplos: el 24 de septiembre de 2017 el Alianza y el Club Deportivo Águila se enfrentaron en el Juan Francisco Barraza, de San Miguel. Hubo desordenes y Carlos Marroquín, entonces uno de los líderes de la Barra Brava 96, arrancó una butaca del estadio y se la llevó quizá creyendo que llevaba un trofeo. La Policía Nacional Civil (PNC) comenzó a perseguirlo.
Probablemente al saberse acorralado, Marroquín pidió ayuda. En la madrugada del lunes o martes de esa semana, Nayib comenzó a llamar a los dirigentes del FMLN y a los concejales con los que trabajaba.
Angélica escuchó la llamada, levantó el teléfono y vio quien era, pero tuvo pereza de responder porque conocía su costumbre de llamar o mandar hileras de mensajes por WhatApss a las horas en las que la mayoría de las personas duermen porque al día siguiente deben levantarse a trabajar.
Unos días más tarde supo que Nayib se estaba quejando de que el FMLN estaba en su «contra» por no permitir al entonces director del Tejido Social quedarse con la butaca robada.
«La mayoría de las veces escribía mensajes en la madrugada, pero yo lo veía hasta el siguiente día», coincidió Bonilla.
Algunos de esos mensajes, por ejemplo, fueron para que la Departamental forzara a los concejales a votar por proyectos económicamente inviables o de dudosa legalidad, según Bonilla y Karla María.
Después, cuando la Departamental se negaba, Nayib llevaba sus quejas a la Comisión Política, específicamente a los encargados de coordinar San Salvador: Medardo González y José Luis Merino.
A ese nivel, sin embargo, el trato era distinto: si en la alcaldía trataba mal a los empleados y a los concejales de ARENA y el FMLN, a los principales dirigentes los llamaba «comandantes» y aparentaba humildad para aceptar las críticas que pudieran hacerle.
«Me pareció extraño que fuera tan prepotente en los eventos públicos y tan humildito en lo privado», recordó Lorena Peña, exdirigente del FMLN, quien a su cargo tenía la coordinación de San Vicente, pero que también recibía cuestionamientos por el comportamiento del entonces líder emergente del partido.
Los miembros y mandos medios cuestionaban, por ejemplo, los despidos en la alcaldía capitalina como el de Idalia Zepeda que Nayib ordenó el 24 de junio de 2016 alegando que ella se había negado a seguir sus órdenes. Los concejales efemelenistas también se quejaban de que el alcalde se negaba a reunirse con ellos para coordinar el trabajo institucional.
Nayib, según Peña, aseguraba a los dirigentes que iba a cambiar su comportamiento, pero nunca lo hizo.
Hasta ese momento ella solo había tenido una breve conversación con él, a mediados del 2015, cuando recién había asumido la presidencia de la Asamblea Legislativa y él llegó a buscarla a su casa acompañado de Mario Durán, a quien ella conocía desde tiempo atrás.
«Me dijo que él y yo éramos la punta de lanza contra el enemigo». También llegó para quejarse de Gerson Martínez y pedirle que diseñaran juntos una «estrategia».
«Supongo que estaba buscando aliados para una candidatura», comentó.
La siguiente ocurrió casi un año más tarde.
Peña aseguró que mientras fue diputada con su equipo solían atender dos tipos de casos: los que llamaban «de buenos oficios» (que consistían en iniciativas legislativas y en la resolución de trabas burocráticas o legales) y en la recepción de denuncias de violencia de género.
En julio de 2017, dos mujeres agentes municipales llegaron a denunciar que Héber David Rivas Martínez, entonces jefe del Departamento de Personal del Cuerpo de Agentes Metropolitanos (CAM), las había agredido física y verbalmente.
Según su relato, las dos presentaron exámenes médicos del Instituto de Medicina Legal (IML), fotografías, copia de la denuncia interpuesta en la Fiscalía General de la República (FGR) y otras pruebas más con las que pretendían demostrar las agresiones. Peña aseguró que reenvió todo al alcalde en funciones Mario Durán exigiéndole el despido. En ese momento Nayib Bukele estaba en el extranjero.
Recordó que Durán accedió a despedirlo. Pero nunca hizo nada. En esos días se supone que las víctimas fueron amenazadas por seguir llegando a sus trabajos.
Días después, en la reunión celebrada el 6 de septiembre, Nayib pidió una prórroga para la finalización de la remodelación de las plazas Libertad y Gerardo Barrios, pero los concejales de ARENA y el FMLN solo la aprobaron para la segunda porque con la primera había dos inconvenientes: un año había transcurrido desde el inicio de las obras y la constructora solo había avanzado un 26.73 por ciento y se había negado a dar cuentas a la empresa supervisora alegando que se iba a «entender» directamente con el alcalde.
A eso se sumó que Marchelli Canales había pedido al concejo la destitución de Rivas Martínez —«porque el concejo lo había nombrado en el cargo»—, pero Nayib se opuso alegando la presunción de inocencia, según las declaraciones que pronunció para Canal Genteve y Diario Co Latino.
Entonces tocó la campana e intentó terminar abruptamente la sesión, no sin antes acusar insistentemente a la síndica de entorpecer las obras en el Centro Histórico y de confabularse con la oposición. El problema es que, a media agenda, eso solo puede hacerse por acuerdo unánime de los concejales.
«Ya estaba alterado», dijo Marchelli sobre Nayib, quien se levantó de la mesa súbitamente. Agregó que en ese momento Fabio Castillo le pidió calmarse y ella, consternada, comenzó a llorar.
Entonces, según ella, regresó diciéndole que se fuera a la Secretaría Municipal del FMLN a llorar y pedir la candidatura. Luego atribuyó a Nayib las siguientes palabras: «sos una maldita traidora, bruja» y le lanzó una manzana que el regidor Jaime Hill Argüello le había regalado unos minutos antes.
Ella se apartó y la fruta cayó en la mesa.
A las 4 de la tarde con nueve minutos, Nayib publicó tres tuits:
«Concejales del FMLN, junto a los de ARENA, detienen proyectos en el Centro Histórico. Para dañar los proyectos para el pueblo si se unen».
«Aparentemente no hay diferencia entre ARENA y el FMLN. Que triste la política de mi país».
«A muchos en el FMLN solo les falta cantar 'El Salvador será la tumba donde los rojos terminarán' y ponerse el chaleco tricolor».
En la entrevista con Genteve, Marchelli Canales aseguró que las desavenencias comenzaron casi desde el estreno del concejo plural, porque él siempre consideró las observaciones legales que le hacía como una afrenta, un «cuestionamiento de poder» que ella atribuyó a que Nayib siempre intentó imponerse por ser «hombre y porque es alcalde».
Agregó que Nayib la menospreció, hostigó y persiguió casi todo el tiempo. Cuando, por ejemplo, se reunía con empleados para pedir cuentas de la ejecución de proyectos, le recriminaba que ella en realidad lo que pretendía era «conspirar en su contra».
El 7 de septiembre, Lorena Peña fue a buscar a una de las sedes del partido a Medardo González y encontró a Nery Bonilla hablando con él. Entonces escuchó con más detalle lo que estaba ocurriendo en la alcaldía: irregularidades con la remodelación de las plazas, despidos aparentemente injustificados y la agresión a la síndica.
Peña dijo que sugirió exigir a Nayib una disculpa pública, pero no expulsarlo.
«Si el partido le dejaba pasar eso todas íbamos a parecer payasas. Y no podía ser», recordó.
La redacción del comunicado estuvo a cargo de Lorena Peña, Norma Guevara y Nidia Diaz.
Peña detalló que esa noche salió de la sesión plenaria en la Asamblea Legislativa al aeropuerto monseñor Óscar Arnulfo Romero para posteriormente abordar un avión rumbo a Panamá, donde participaría en una sesión del Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino). En el camino recibió, según contó, unos mensajes extraños de una compañera de trabajo:
— ¿Estás en la Fiscalía?
— No, voy camino al aeropuerto.
— Nayib me acaba de escribir diciendo que lo has apuñalado por la espalda, que el partido es traidor, que vos estás denunciándolo en la Fiscalía ahorita.
— No. Está loco.
Cuando llegó al aeropuerto recibió otro mensaje en el que le explicaban que Nayib estaba también ahí esperando abordar un vuelo a Estados Unidos. Eran cerca de las seis de la tarde.
«Me fui a buscarlo pensando 'quiero hablar con este señor loco'».
Lo encontró en una sala de espera.
— Diputada, buenas noches.
— Ajá, con que estoy en la Fiscalía.
— No, es que un pajarito me contó.
— No, mucha paja te dan. ¿Por qué te dejás dar paja?
— A pues discúlpeme.
El 8 de septiembre, la Secretaría Nacional de la Mujer del FMLN publicó un comunicado en el que pidió a Nayib «exprese públicamente sus disculpas» por el altercado. También le solicitó asumir una actitud de «respeto y no discriminación» a las mujeres con las que trabajaba en la alcaldía.
Según Peña, algunos de los hombres dirigentes del FMLN «se retorcían» después de la publicación del comunicado «por cálculo o machismo».
Entre el sábado 9 y el domingo 10 de septiembre, Nayib participó en algunos encuentros públicos con salvadoreños en Estados Unidos donde, entre otras cosas, dijo: «El Salvador no tiene presidente, cuando estaba Mauricio Funes había un mal presidente, pero había uno, ahora no hay presidente, ahora hay un politburó que se reúne una vez a la semana para que eso camine».
Ese fin de semana terminó de ganarse la enemistad de la mayoría de los dirigentes del partido, tanto a nivel departamental como nacional. Su defenestración no tenía marcha atrás.
Nery Bonilla recordó que el 12 de septiembre se reunieron todos los miembros de la directiva municipal de la capital y acordaron pedir su expulsión. La decisión fue ratificada el día 17 en una reunión con todos los secretarios municipales de San Salvador.
En esos siete días, el entonces alcalde capitalino intentó reconciliarse con los miembros de la Directiva Departamental e incluso buscó apoyo con Medardo González.
Bonilla contó que Bukele también escribió a su WhatsApp preguntándole «¿por qué está enojada?». Ella, según su memoria, respondió «lo que me nació decirle como militante».
Nayib, según ella, respondió con un emoticono de risa y agregó: «qué exagerada».
Lorena Peña explicó que en esas semanas también fueron realizadas 14 asambleas departamentales en las que eran puestos en altavoz los comentarios de Nayib en Washington.
La discusión, sin embargo, seguía siendo expulsarlo o suspenderlo.
Pero también hubo reclamos: ¿por qué lo dejaron entrar al partido? ¿Por qué le permitieron tener tanta incidencia? ¿Por qué lo dejaron crecer? Los por qué se multiplicaron docenas y docenas de veces.
Cuando el debate ocurrió en la Comisión Política, en lugar de José Luis Merino llegó Erik Vega que, según Peña, argumentaba que Nayib Bukele «estaba deprimido» por un problema íntimo con su esposa Gabriela.
El 20 de septiembre, Xochitl Marchelli presentó en el Tribunal de Ética del FMLN una «solicitud de disciplina» contra Nayib por «actos de abuso, violencia contra la mujer» y por obstaculizar su trabajo como síndica municipal.
Paralelamente, Bonilla y los restantes dirigentes municipales pidieron la expulsión también. Las dos acciones habían sido avaladas por la Comisión Política.
«A pesar de que en el FMLN había compañeros que dudaban del procedimiento, nosotros estábamos convencidos que era lo correcto», dijo Bonilla.
El 9 de octubre de 2017, Bukele fue expulsado del FMLN.
* Durante la elaboración de este reportaje, publicado en tres capítulos, se buscó a Nayib Bukele y a otras personas de su círculo cercano mencionados en el texto; sin embargo, nunca respondieron.
INTRODUCCIÓN: Nayib no existiría sin el primer Simán
CAPÍTULO I
PRIMERA PARTE: Alá y la unción de Nayib
SEGUNDA PARTE: Cómo los Bukele se hicieron millonarios
CAPÍTULO II
PRIMERA PARTE: Nayib, un pastor evangélico y una historia de traiciones
SEGUNDA PARTE: Aquí comenzaron los delirios faraónicos de los Hermanos Bukele
CAPÍTULO III
PRIMERA PARTE: FMLN conocía el comportamiento tiránico de Bukele pero por conveniencia lo disimuló